Hoy el día arrancó nublado. De camino al parking para buscar nuestro vehículo, volvimos a pasar por el Centro Botín para hacerle unas fotos. Es tan grande que los ángulos son casi imposibles para que entren ambos edificios de forma completa, pero sin dudas es llamativo.
Su peculiar forma, obra del arquitecto Renzo Piano, asemeja a 2 enormes parlantes, aunque a mí me parece sacado de una película de ciencia ficción, donde dentro de esos edificios futuristas caminan seres de otro planeta… bueno… no podrán decir que no tengo imaginación!
Hoy tenemos un corto viaje, de poco menos de 30 minutos, hasta el municipio de Santillana del Mar, la villa que se denomina “de las 3 mentiras” porque no es ni Santa, ni llana, ni tiene mar, aunque pudimos comprobar que solamente una de sus mentiras es verdadera (vaya paradoja), la de “llana”, ya que tanto para llegar a ella como para recorrerla, hay cuestas y descensos permanentes.
Así que perdonada por solo una mentira piadosa, recorrimos su pequeño casco histórico centrado en la Plaza Mayor, y sus monumentos históricos como el Palacio Peredo Barreda, Las Casa del Aguila y a Parra, el Ayuntamiento y la Torre de Don Borja, torre fundacional de la villa.
Para desmentir que no es “Santa”, basta con ver la Colegiata de Santa Juliana, dedicada a la mártir Juliana de Nicomedia y que da nombre a la villa (Santa Juliana= Santillana)
Después de un par de horas de caminata por sus callecitas de ensueño y de comprar unas “quesadas”, postre típico de Cantabria realizado a base a cuajo de leche, mantequilla y azúcar, recorrimos un par de kilómetros más en auto para llegar al Museo de Altamira, donde se encuentran las famosas Cuevas (o mejor dicho Neo-cuevas).
Si bien las Cuevas de Altamira accesibles al público se tratan de un réplica exacta de las originales, la controversial historia de las mismas es apasionante y marcaron un hito tanto histórico como antropológico en la teoría evolutiva del hombre.
Más allá de las explicaciones del guía, recomiendo si van a visitarlas alguna vez, ver de antemano la película “Altamira” con Antonio Banderas representando a Marcelino Sanz de Sautuola, quien fuera el investigador encargado del estudio de sus pinturas rupestres. No por nada se la llama la “Capilla Sixtina” del Arte rupestre.
Sobre los acantilados pueden divisarse las ruinas de la Ermita de Santa Justa, la cual da nombre a la playa.
Regresamos temprano a Santander y aprovechamos para ir nuevamente al Faro de Cabo Mayor, esta vez para hacer una caminata costera. Se trata de un sendero corto desde la playa de Mataleñas hasta la playa de Monilucos, sobre una pasarela al borde del acantilado. También puede continuarse el camino y bordear toda la playa del Sardinero con unas hermosas vistas de la ensenada.
Me hubiera gustado tener más tiempo en Santander para disfrutar de una día en sus playas y recorrer un poco más la ciudad, esta sería nuestra última noche, ya que al día siguiente nos trasladaríamos hacia el Principado de Asturias, y la aventura continúa!!!!!
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