domingo, 14 de junio de 2020

La Ruta de los Acantilados (Camino de la Costa)

Como les contaba en mi anterior publicación, a 30 kilómetros de Viedma desemboca nuestro caudaloso Rio Negro, fundiéndose con el Océano Atlántico en la Villa Marítima de El Cóndor.


Balneario de playas extensas que abre las puertas a una sucesión de más de 150 kms. de costa, siguiendo la llamada Ruta Provincial Nro. 1, también conocida como "La Ruta de los Acantilados" y más familiarmente llamada "El Camino de la Costa".
(Ruta de Los Acantilados)

La villa debe su nombre a un barco de origen Danés que naufragó en sus costas en el año 1881, del cual aún se pueden encontrar rastros en la playa.


 A raíz de este naufragio unos años más tarde se construyó un faro.

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(Faro de El Cóndor. Fotografía de Marcelo Minichelli)

El Cóndor tiene playas para todos los gustos: grandes, amplias y abiertas, con más viento para la práctica de Kite Surf, la zona de "El pescadero" para quien guste de una buena pesca de lenguado o pejerrey o la "Bajada de Picoto" morada de la colonia de loros barranqueros más grande del mundo. También se pesca corvina, pescadilla, gatuso, pez gallo y hasta Tiburones! si uno se aleja un poco de la zona más ruidosa y se adentra en aguas más profundas.

El FER editó notable libro de fotografías | El Cordillerano
(Loros Barranqueros. Fotografía de Marcelo Minichelli)

Desde aquí y hasta el Puerto de San Antonio Este, tenemos aproximadamente 180 kms. de un camino salvaje y majestuoso que va bordeando el mar y sus acantilados con unas vistas que quitan el hipo (como dicen los españoles).

A tan solo 15 kms. encontramos la Bajada del Espigón y Playa Bonita, lugar favorito tanto para la pesca como para la práctica de surf, con su pintoresca escalinata de acceso a las rocas.

(El Espigón)

15 kms. más y llegamos a la playa de La Lobería, donde se encuentra la Reserva Faunística Punta Bermeja, área natural protegida y hogar de una importante colonia de lobos marinos de un pelo, probablemente una de las más grandes del litoral argentino.

(Mirador de Lobos)

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(Reserva Punta Bermeja. Fotografía: Diario Rio Negro)

Siguiendo unos 15 kms. más comienza Bahia Rosas, comúnmente llamada "La Ensenada", lugar predilecto para la pesca variada, tanto diurna como nocturna, y con un cielo límpido que invita a quedarse a pernoctar nada más que para tumbarse a ver las estrellas.

(Esperando la tormenta en Bahia Rosas)

(Atardecer en Bahia Rosas)

(Pescando al atardecer en Bahia Rosas)

Cabe destacar que todo este camino tiene muy poca o casi nula infraestructura de alojamiento y gastronomía. Lo ideal es pernoctar en carpa, casilla o caravana, pero si te gusta la comodidad, pueden encontrarse algunos sitio de alquiler consultando a Informes Turísticos de Viedma o de El Cóndor.

Unos 50 kms. de La Ensenada nos separan de Bahia Creek, donde los acantilados van perdiendo altura y el agua se va tornando cada vez más templada. Bahia Creek es una villa con algunas casas, pocos hospedajes, y algunos negocios para aprovisionarse y comer.

(Bahía Creek. Fotografía: Eassi1)

A 15 kms más nos adentramos en Pozo Salado o Caleta de los Loros o Punta Mejillón... es que acá tenemos esa costumbre de llamar a los lugares de diversas formas. La Caleta es la zona de reserva natural propiamente dicha, mientras que Pozo Salado es el area de camping y enormes playas de mar abierto.

Archivo: Caleta de los Loros.jpg
(Caleta de los Loros. Fotografía: Oribri)

Desde aquí hasta el puerto transitamos los kilómetros que nos quedan a la vera de las playas de Winter, donde casi no nos cruzamos con nadie en el camino... playas inhóspitas, algunas de ellas con muchas rocas donde juntar pulpos o mejillones, y algún que otro barquito pesquero en el horizonte. Acá si podés sentir que tenés todo el mar para vos solo!



El camino también puede sorprenderte por su fauna. Además de la variedad de aves existente, podés cruzarte con algún choique, perdices, martinetas, zorritos, liebres o maras patagónicas... y si tenés la suerte que yo tuve, tal vez algún día puedas ver al huidizo gato montés o pingüinos en la playa.


(Pingüino en Bahia Rosas)




Ya llegando al puerto la costa se vuelve blanca y el agua transparente: empiezan "Las Conchillas" o Saco Viejo. Ahora sí a disfrutar de una cervecita en alguno de sus paradores junto al mar y aprovechar a tomar esa fotaza del atardecer tan esperada!!!

(Las Conchillas, San Antonio Este)


Ah! y no te  olvides de buscar la escondida Punta Perdices para pasar un día inolvidable!

(Punta Perdices, San Antonio Este)

Si no aguantaste tanta solitaria inmensidad... a pasitos tenés el balneario de Las Grutas para devolverte a la realidad.