Día 13: Como les contaba en mis post anteriores, los días 12, 13 y 14 hicimos base en la ciudad de Gijón y desde allí aprovechamos el auto para conocer sus alrededores, tal como lo habíamos hecho antes con las ciudades de Bilbao y Santander.
Esta programación parte un poco de mi idea de usar sitios “base” por 2 o 3 días (o a veces más) para no tener que estar armando y desarmando valijas todo el tiempo. Si bien a veces recorremos 2 veces algunos tramos de ruta, se compensa con la tranquilidad y comodidad de retornar a la misma “casa”.
Así fue que después de nuestra primera noche en Gijón, al día siguiente partimos a conocer dos ciudades cercanas: Avilés y Oviedo, ambas pertenecientes al Principado de Asturias.
Avilés es una ciudad medieval a 25 minutos de Gijón. Comenzamos a recorrerla desde la Plaza de España, también llamada “El Parche”, rodeada de Palacios, uno de los cuales es el Palacio Municipal o Ayuntamiento.
Caminamos por la calle La Ferrería, la más antigua de la ciudad, repleta de casonas medievales y soportales.
Llegando a la Plaza Carballo (o Carbayo), en lo alto de una colina del barrio marinero de Sabugo, visitamos la Vieja Iglesia de Sabugo, construida en el siglo XIII y que consta de 2 pórticos de diferentes estilos arquitectónicos: uno románico y el otro gótico. Adosada a la iglesia hay una mesa de piedra que era donde los mareantes trazaban sus planes de pesca.
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| Iglesia de Sabugo |
Después de una mañana caminando sus coloridas calles de piedra, pasando por sus innumerables plazas y encontrando Iglesias o edificios uno más bello que otro, conducimos a las afueras de Avilés para visitar el Museo de Anclas de Philippe Cousteau, ubicado en la Villa Marítima de Salinas, a unos escasos 12 minutos.
El museo es al aire libre, está ubicado sobre una península llamada La Peñona, y está dedicado a la memoria de Philippe Cousteau, hijo de Jacques Cousteau fallecido en 1979 a la edad de 38 años.
Se trata de una serie de anclas donadas al museo, acompañadas de diferentes esculturas de hierro llamadas “velas”. También podemos ver un busto de Philippe Cousteau sobre la roca de uno de sus miradores, que son muy impactantes!
Aprovechamos que ya era mediodía para bajar a la Playa de Salinas a almorzar y disfrutar un poco del sol y el mar, y después de un largo rato pusimos rumbo a Oviedo, capital del principado de Asturias, a unos 33 kms de Avilés (media hora en auto) y casi la misma distancia de Gijón, por lo que no es importante el orden de visita a estas ciudades, ya que al formar un triángulo entre ellas, recorrerás la misma cantidad de kilómetros.
Oviedo es una hermosa ciudad, que tiene también una linda curiosidad: está llena de estatuas! Al igual que en Bermeo, se trata de esculturas de hierro, material que al parecer era abundante en la zona y se comercializaba por las diferentes regiones de España.
Así que además de visitar la ciudad, nos dedicamos a cazar y fotografiar algunas de sus estatuas más conocidas. Existen incluso rutas para verlas a todas, pero te adelanto que son cientos! Y cada una tiene su historia y su belleza particular.
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| Woody Allen y La Maternidad de Botero (apodada La Gorda) |
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| La Regenta y el Culis Monumentalibus |
Pero la estatua que se llevó nuestro corazoncito argentino, fue la de Mafalda, que además es la única que vimos pintada en colores. Se trata de una réplica de nuestra Mafalda de San Telmo, realizada en resina epoxi y pintada de rojo.
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| I Love Mafalda! |
Parece que en el año 2014 Quino recibió el Premio Príncipe de Asturias en esta ciudad y así España se convertiría en la segunda ciudad en el mundo en tener una estatua de su “hija” Mafalda, esa niña que siempre nos descoloca con sus palabras.
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| Catedral de Oviedo |
Después de un paseo por la Plaza Porlier y la Catedral de Oviedo, este día teníamos una misión: conocer el pueblo de Cuenya, lugar de nacimiento de los antepasados de Marcelo, uno de mis compañeros de viaje. Aprovechamos este día ya que Cuenya queda también cerca de estas ciudades, y allí pusimos rumbo a otra media hora de Oviedo.
Cuenya es un pueblo pequeño, no tiene más que una Iglesia, el cementerio y algunas casitas, pero su ubicación en una atalaya hace que se obtengan una vistas preciosas de todo el Concejo de Nava, al cual pertenece.
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| Pueblo de Cuenya |
Cumplida nuestra visita, aunque sin encontrar a ningún pariente, regresamos a Gijón para pasear un poco por sus calles al anochecer y buscar algún rinconcito para cenar.
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| Paseando por Gijón |
Día 14: Al día siguiente, nuestra única escapada sería la Villa marítima de Cudillero, a 35 minutos de Gijón, donde nos tomamos todas estas fotos jaja.
El día estaba gris y lluvioso, ideal para un chocolate caliente con torta. Teníamos la idea de ir también hasta Luarca, a otra media hora de allí, pero la verdad es que a esta altura del viaje estábamos un poco cansados y necesitábamos hacer un alto. Ahora viendo fotos de Luarca me arrepiento un poco de no haberlo incluido ya que es un pueblo realmente bellísimo! Pero dicen que siempre hay que dejar algo para volver…
Aquí el video de nuestros 2 días paseando por Asturias, mañana… rumbo a Galicia!
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