domingo, 3 de julio de 2022

España Norte: Dias 1 y 2: Llegada a Madrid

Qué emoción!!!! Ya estoy a punto de despegar… el vuelo puntual, el avión nunca se puede decir que es cómodo (salvo que se viaje en primera) pero está bien. Me demoré un poco en hacer el check in y me tocó el asiento del medio de fila de 3, pero no me molestó.

A mi lado derecho una chica holandesa llamada Maatje (espero escribir bien su nombre), de Rotterdam, con la que compartiríamos charlas y risas a lo largo  del viaje y con quien también compartí la escala en el aeropuerto CDG de Paris y los nervios de no llegar a tiempo. Ambas teníamos una escala corta de poco más de una hora entre vuelos, ella hacia Amsterdam, yo hacia Madrid, y resultó que nuestros vuelos salían de puertas casi contiguas. Hermoso haberla conocido, esto tienen de lindo los viajes!!! Además de que @mtjevs ahora también es seguidora de @mis.itinerarios jajaja

Transcurridas unas dos horas del despegue nos sirvieron la cena, por más que el avión despegó 13.40 hs. Para mi fue más como un almuerzo, pero hay que considerar que ya en Europa serían las 20 hs. Y tenemos que ir acostumbrándonos al cambio de horario.

Se podía elegir entre pollo y pasta, una entrada de ensalada de quinoa y vegetales, botellita de agua, pan, manteca, y tarta de coco de postre, todo más que suficiente.

El aterrizaje en París estaba previsto 7.40 hs del día siguiente y una hora antes nos sirvieron el desayuno, muy completo, con jugo, fruta, yogurth, café o té o lo que uno elija, una empanada capresse calentita que devoré con ganas, pan, manteca y dulce.

Sobrevolando España, rumbo a París

Con la panza llena y las piernas entumecidas después de 13 hs de vuelo, bajamos corriendo para tomar el tren lanzadera que nos llevaría a nuestra terminal de salida. Otro vuelo corto hacia Madrid y comenzaba mi aventura.

Debo decir que es la primera vez que viajo sola a un país extranjero, pero en ningún momento me sentí nerviosa o insegura, todo el mundo es amable y preguntando siempre se llega a Roma, o en este caso, a Madrid 😊

El vuelo llegó a la terminal T2 del Aeropuerto de Barajas y de allí tomé el bus verde que hace trayecto entre terminales para ir hacia la T4. Esto porque quería llegar a Puerta del Sol en tren de cercanías para no tener que pagar el suplemento aeropuerto del metro. En tren hay que hacer un transbordo o bien en la estación de Chamartín (donde yo lo hice) o en la de Nuevos Ministerios.

Y al fin llegué! Una de las cosas que más me gustan de llegar a una ciudad es la primera impresión cuando uno sube de la estación, yo le llamo el primer “asomo de cabeza”. Recuerdo al llegar a Nueva York que al salir del metro ya se veía el Empire State!!! Bueno, aquí al salir lo primero que ví fueron los edificios característicos de Plaza del Sol, pero también mucho desorden y ruido, un poco por la cantidad de gente, otro poco porque la plaza está completamente en obras y cubierta con un vallado azul que en nada la favorece. Me imagino lo que habrá sido para los viajeros llegar a Londres y ver el Big Ben cubierto, cuando uno espera ver lo que ha visto tantas veces en fotos! Por eso hay que saber que la realidad a veces depara otras cosas, y que nunca lo que verás será como la foto de la revista… aunque muchas veces es mucho mejor!!!!

Llegada a Puerta del Sol

¿Y ahora? Sigo a Google Maps hasta el alojamiento para darme cuenta luego que me hizo dar toda una vuelta a la manzana cuando estaba a 50 metros, pero de todas formas llegué!

Mi lugar de alojamiento: una habitación con baño privado en la casa de Henry que me pareció un lugar fantásticamente cómodo. Cama grande, baño amplio, aire acondicionado, no muy ruidoso para la ubicación céntrica. Los otros huéspedes del piso super silenciosos, sólo un día vi a uno de ellos, el resto del tiempo parecía que estaba sola. A Henry lo vi sólo un momento al llegar y a Cecilia (quien me recibió) un par de veces.

El piso tenía una cocina compartida donde pude dejar mis alimentos en la heladera, preparar mi desayuno todas las mañanas (no vivo sin mi mate matutino) y hasta cenar alguna noche que regresé cansada como para salir. Hacía calor en Madrid, por lo que agradecía tener agua y bebida frescas cuando lo necesitaba (y por supuesto el aire acondicionado).

Mi casas por 4 días

A apurarse que ya es el DIA 2!!! Casi sin dormir, una ducha y unos mates más tarde salí a caminar por Madrid.

Ahora sí me paro en detalle frente a la Casa de Correos y su emblemático reloj, ese que con sus campanadas acompaña la toma de las 12 uvas en año nuevo, el kilómetro Cero de Madrid y la estatua del Oso y el Madroño.


Tomo la calle de Alcalá para ir rumbo a la famosa Puerta de Alcalá, una de las 5 puertas reales de acceso a la ciudad que aún permanece en pie.

En el camino me deslumbra la arquitectura de algunos edificios, como el del Hotel Four Seasons y otros pertenecientes al gobierno madrileño, pero ninguno como el Palacio de Cibeles, sede del actual ayuntamiento de Madrid, uno de los primeros ejemplos de arquitectura modernista en Madrid, que fue construido inicialmente como Sede para la sociedad de Correos y Telégrafos de España.


Diviso La fuente de Cibeles y le saco fotos desde la vereda de enfrente, pero cruzar está difícil y tampoco sé si se puede, así que mejor no atentar contra las leyes de tránsito ni mi vida misma. 


Sigo mi caminata por el Paseo del Prado con su hermosa fuente de Apolo y las 4 estaciones, y despúes continúo hasta la Puerta de Alcalá, aquella que daba acceso a los viajeros provenientes de Francia y de Aragón.


Mi paseo continúa en el Parque de El Retiro, con la idea de sentarme a almorzar en algún chiringuito que nunca encontré… y las ganas de ver el Palacio de Cristal y la belleza del parque me absorbieron toda la tarde manteniéndome sólo a agua y galletitas de paquete que llevaba en mi mochila, pero valió la pena el cansancio y el hambre.


El parque es inmenso! Me contenté con visitar algunos puntos como el Paseo La Argentina con sus estatuas de los reyes de España, El palacio de Cristal (creo yo su mayor atracción) y la bellísima obra arquitectónica del monumento a Alfonso XII a los pies del estanque grande.

Finalmente encontré un barcito donde bebi un jugo de naranjas y me tumbé en el pasto a descansar, feliz de mi primer día sola en Madrid! Pero el descanso no duró mucho porque tenía miedo de quedarme dormida hasta el otro día, jaja, así que junté nuevamente fuerzas y me disponía a ir caminando hasta mi alojamiento cuando una boca de metro que rezaba “RETIRO” me tentó y me tomé el subte a casa (y sí, sería mi casa por 4 días, por qué no llamarla asi?).

No recuerdo ya, pero creo que eran cerca de las 7 de la tarde. Unos mates más y una siesta no vendrían nada mal antes de salir a cenar… pero mi siesta fue más larga de los esperado y desperté a las 11 de la noche!!!! Oh nooooo! Y ahora? A vestirse y salir para conseguir algo de comer a estas horas, tarea difícil… hasta que recordé que el Mercado de San Miguel estaba abierto hasta tarde y allí salí a comprar una focaccia y unas croquetas ibéricas para mi cena.


El Mercado está a sólo 500 metros a pie de Puerta del Sol, por calles animadas y de mucho ambiente nocturno. Fue un lindo paseo para culminar este primer día en Madrid! A descansar que esto recién empieza!


Les dejo enlace a los videos:

DIA 1



DIA 2





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